Semana Santa en Málaga

Semana Santa de Malaga

Domingo de Resurrección. Semana Santa. Málaga. ¡Tantos recuerdos y sentimientos! Poco a poco me voy alejando de una tradición que ha tenido mucho significado en mi vida. Puede que sea la edad, o el hecho de vivir ahora en Tenerife, o que quizás Málaga y sus tradiciones se quedaron anclados en mis tiempos de juventud, pero ahora, en la distancia, y en estas fechas, a veces siento como se me hace un nudo en el corazón cuando recuerdo los pasos de mi Semana Santa, cuando recuerdo a mi Cristo de los Milagros, el de la Zamarrilla, el del Perchel y la Trinidad, cuando rescuerdo los vítores de la gente en la Tribuna de los Pobres o cuendo siento sobre mi hombro el sordo retumbe del mazo del mayordomo de trono dando en la campana.

Sí, porque sobre mis hombros llevé 17 años, que se dice pronto, al Cristo de Zamarrilla. 7 horas de recorrido de Jueves Santo en los que podía sentir mil y unas sensaciones que me ponían los vellos de punta como suele decirse.

No quiero abogar por la Semana Santa como fuente sentimental ni como algo que deba verse por motivos religiosos. Cada uno es muy libre de pensar lo que quiera sobre este tipo de actos. Pero sí que he de recomendarlo como parte de nuestra cultura y tradiciones, porquen o hay nada más bonito que conocer y mantener lo que durante tantos años hemos cultivado. Es parte de nuestra Historia y debe seguir siéndolo.

Podría hablaros de la Semana Santa de Sevilla, de la de Granada, de la de Valladolid o la de tantos pueblos con tanta tradición, pero hoy os traigo hasta estas líneas la de mi tierra, Málaga, cómo no.

Es cierto que nuestra Semana Santa tiene más de espectacular que de fervor. Quizás pequen de eso las cofradías andaluzas, que tienden a lucir lo máximo posible, incluyendo las bandas procesionales que las acompañan o los soldados que, por cierto, ya van desapareciendo de los desfiles. Parecen a simple vista más religiosas y fervorosas, por ejemplo, las castellanas.

También es cierto que son más históricas las tallas sevillanas, pero Málaga hubo de sufrir en sus carnes (o en sus tallas) con más crudeza que ninguna otra los efectos de la Guerra Civil española. Sea como fuera, la Semana Santa de Málaga muestra a los turistas y a los malagueños una cara esplendorosa.

Semana Santa de Malaga

Si me preguntáis por Cofradías y procesiones que deberíais ver, si no sóis de Málaga, os recomendaría las siguientes:

  • Del Domingo de Ramos, en especial, el Prendimiento. Es una cofradía que resulta alegre y a la que os recomiendo que veáis en su encierro o en el paso por la Tribuna de los Pobres.
  • Del Lunes podéis ver tres momentos especiales: sin duda, al Cautivo, el «señor de Málaga» con su túnica blanca llevada suavemente por el viento que le hace parecer andar. Tampoco debéis perderos a los Estudiantes en la plaza del Obispo donde escucharéis mejor que en ningún otro lado el «Gaudeamus Igitur» cantando por sus estudiantes. O la Cofradía de los Gitanos, para que veáis el fervor de esas almas gitanas que acompañan a maría de la O.
  • Del Martes Santo, el día del barrio de la Victoria, os diría que fuérais a ver a la Cofradía de las Penas, para que admiraráis su magnífico manto de flores, cada año distinto. Os recomiendo que la veáis por calle Nueva. Al Rescate en las cercanías de su Capilla de la calle Aguas, y cómo no, a la Virgen del Rocío, la «novia de Málaga», a su paso por la Tribuna de los Pobres, en el que es uno de los momentos mágicos de nuestra Semana Santa.
  • Del Miércoles, admirad el colorido de las cofradías Fusionadas, o la suelta de palomas al paso de María Santísima de la Paloma, o el magnífico trono del Cristo de la Sangre, y ya de amanecida, el encierro del Cristo de la Expiración.
  • Del Jueves Santo es difícil perderse algo. Si famosa es la procesión del Cristo de Mena por los legionarios que le aocmpañan, no menos exquisita es la Cofradía de la Esperanza, pero también lo es por el fervor que despierta en sus barrios, adonde hay que ir a verlas, la Misericordia y la mía, la Zamarrilla.
  • Con el Viernes llega el recogimiento y el silencio. Impresiona ver el paso del Santo Sepulcro, pues sólo se oyen los pasos de sus portadores. O la oscuridad que envuelve a las Servitas, o el desgarro de la talla de la Piedad...

Son muchos los momentos a los que hay que asistir, pero dejadme que os recuerde de nuevo tres lugares a los que hay que ir y ver alguna en algún momento:

La Catedral de Málaga, donde en su interior hacen estación penitencial varias, momento para el que se ilumina de modo especial

La calle San Agustín, por el entorno perfecto que tiene para las procesiones, con la torre de la catedral de fondo

La Tribuna de los Pobres, la más popular, la de la gente de los barrios, la reservada tradicionalmente para las gentes de menos poder económico, y donde se desarrollan los momentos más emotivos de nuestra Semana Santa, con gritos de «guapa guapa», con levantamientos a pulsos de los tronos, con saetas y con las muchísimas flores que caen de sus balcones.

Como os decía, no tienen que ser unas vacaciones religiosas, ni mucho menos. Son unas vacaciones para disfrutarlas. Málaga puedo ofreceros mucho, pero también tenéis, en esta semana, una buena oportunidad, para conocer algo más de las tradiciones que campean por España. Eso sí, es una semana abierta al turismo. Los hoteles se llenan y si necesitáis vuelos a Málaga habréis de buscarlos con la suficiente antelación para evitar problemas.

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Category: España


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